Raro nos puede parecer despertar de noche, pero cuantas cosas no hay dibujadas en un escenario nocturno, la hermosa luna, las estrellas lejanas y brillantes como inalcanzables diamantes, el aire más fresco, el cielo oscuro como recuerdo del primer sitio que habitamos. Abrir los ojos a la noche, en medio de la profunda oscuridad puede llevarnos a despertar un nuevo sentir, a experiencias distintas que cuando todo permanece en la serenidad de la luz del día. La noche es misteriosa y encantadora, se antoja a veces peligrosa y seductora, como para invitar a esas partes de nosotros que a veces sólo se expresan en momentos dificiles. Quien se hace amigo de la noche alimenta nuevas experiencias con sabor a uva y olor a vainilla, cánela y sándalo. En la noche se despierta el olor de las florecillas blancas de los arubustos que encontramos al paso, brillan los ojos de los gatos, perros y caballos, se escuchan serenatas y el cantar de los grillos en el silencio. Disfruta un poco llegada la noche todo lo que te ofrece, verás que tiene su aroma y sentiras en tu piel su canto.
Buena Noche!
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