Integralidad

Desde hace un tiempo se dice que el ser humano es integral, eso nos habla de que hay varios elementos y/o ámbitos que lo componten (lo integran), sabemos que hay un marco físico-biológico que forma la parte material de nuestra existencia, la evidencia que nos define como lo que somos y no otra cosa. Nuestro cuerpo, como parte de nosotros debe estar atendido en sus diferentes necesidades, almentación sana y balanceada, ejercicio, descanso, relajación, sexualidad, caricias, higiene y atención médica cuando sea necesario.

Otra de las esferas que nos compone es la social-relacional, en ésta encontramos todos los aspectos de nuestra vida donde se manifiesta un otro, real, simbólico o imaginario, es decir, una persona además de nosotros que puede estar presente físicamente, que puede existir como la representación de una institución social formal o informal, o que puede encontrarse introyectada en nuestro aparato psiquico. Aquí encontramos a la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, la sociedad caraceterizada por la región que habitamos en determinada época, y todas aquellas normas de convivencia que nos acompañan. Es importante saber que una persona que mantiene su red social amplia, profunda, fuerte y saludable, tendrá mayor posibilidad de que su salud mental sea adecuada. Recrearnos, cuidar las amistades, desarrollar habilidades relacionales como escuchar, dar, recibir, apoyar, compartir, así como el esfuerzo y dedicación que imprimamos en lo relacionado a esta esfera, por ejmplo al cumplir adecuadamente con nuestro trabajo, estar al pendiente del bienestar o las necesidades de nuestros seres queridos, buscar formas para divertinos y fortalecer los lazos creando historia conjunta, nos da la pauta para el mantenimiento de éste componente del ser humano.

El desarrollo cognitivo e intelectual también es importante, por lo que es saludable procurar hábitos como la lectura, la participación en cursos y talleres sobre temas diversos, la misma charla con personas distintas que nos puedan ofrecer puntos de vista variados, los juegos de mesa y de destreza mental, aprender nuevas cosas cada día. Aparte de lo meramente cognitivo, también es bueno procurar nuestra salud mental en cuanto a hábitos de pensamiento y fantasias, pues muchas veces nos ocupamos de un mundo trágico dentro de nuestra mente, es recomendable reconocernos y confrontar nuestras fantasias catastróficas con la realidad para dimensionar adecuadamente las situaciones. Además, soñar despierto, imaginar aquello que deseamos, proyectar y planear a futuro, son actividades mentales que nos encaminan al bienestar.

Finalmente es importante atender nuestro lado espiritual, la meditación, el servicio, el silencio y los ratos de soledad, son opciones para entrar en contacto con nosotros mismos y entregarnos al mundo como parte armónica de éste. Sonreír y hacer sonreír, cuidar el ambiente, estar en contaco con la naturaleza, entender nuestro lugar en el universo y esmerarnos porque nuestro paso por el mundo sea una onda positiva proyectada a todo lo demás, nos permitirá vivir en armonía.

Cuando el ser humano se encuentra desequilibrado en alguna de sus esferas, las demás se ven afectadas y bienestar de la persona no se manifiesta. Procura todos los aspectos que te componen, cuida tu cuerpo, cultiva tu mente y espíritu, atiende con amor tus relaciones y tu trabajo.

Éxito!